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Qué es el estudio genético de embriones? Para qué sirve?
Cuando realizamos una fecundación in vitro, es posible estudiar los cromosomas de los embriones o eventualmente buscar algunos genes que determinan enfermedades graves o incluso incompatibles con la vida.

En los tratamientos de alta complejidad, los óvulos se dejan con los espermatozoides en el laboratorio para conseguir la fecundación. Cuando ésta se produce, si el embrión evoluciona normalmente tiene que irse dividiendo a lo largo de los días, y de una sola célula que tiene el primer día va duplicando y aumentando su número hasta que en días 5 a 7 del ciclo, no solamente tiene un número de células mucho mayor, sino que además, ya se ha diferenciado en dos tipos celulares, y se forma una cavidad con líquido.
Esta estructura que forma el embrión se llama blastocito.
En el blastocito podemos encontrar un grupo de células que se llama macizo celular interno, que originará el embrión, otro grupo que se llama trofoectodermo, que originará la bolsa y la placenta, y entre ellas, liquido que se llama blastocele.
Ese embrión, con las horas, va a romper una "cascarita" que rodea al mismo, que se llama zona pelúcida, y extruye las células para luego buscar el útero e implantar. Es así que por el orificio que se forma en la zona pelúcida asoman algunas células de trofoectodermo inicialmente hasta que, si evoluciona, sale todo el embrión de la misma.
Teóricamente, todas las células del embrión tienen la misma carga cromosómica y genética, por lo cual si nosotros estudiamos algunas de las del trofoectodermo, podemos asumir que eso nos hablará de la carga genética y cromosómica del embrión que se formará.
Es por eso que si nosotros biopsiamos el embrión y podemos obtener 3 o 4 células de trofoectodermo y las estudiamos, podemos saber, cómo será el embrión.
Este procedimiento no se realiza de rutina, sino que se realiza en algunos casos, cuando está indicado, y requiere programar adecuadamente el procedimiento y hacer algunos estudios previamente.
Qué tipos de estudio podemos hacer?
En los casos en que la pareja tiene un aumento de riesgo de tener alteraciones en el número de cromosomas que tiene el embrión, ya sea por edad materna, factor masculino severo, fallo repetido de implantación, abortos de repetición u otras, podemos buscarlas, es decir estudio de "aneuploidías", de manera de no transferir embriones que tienen un número alterado de cromosomas, se dice que están desbalanceados. La mayoría de estos embriones, no van a evolucionar, probablemente ni siquiera implanten y se detengan, y los que consiguen continuar, muchos terminan en abortos espontáneos en el primer trimestre de embarazo.
Para hacer este estudio, necesitamos previamente haber hecho un cariotipo a ambos padres y que el mismo sea normal.
Este estudio se llama PGT-A (Preimplantation genetic testing for aneuploidies)
En otros casos, los padres tienen cariotipos alterados, lo que aumenta el riesgo de formar gametas alteradas y podemos buscar identificar los embriones balanceados para transferir.
Finalmente hay enfermedades genéticas, que pueden ser dominantes (es decir que con uno solo de los padres que transmita la enfermedad, el niño que nazca estará enfermo) o recesivas (el niño tiene que heredar la mutación genética de ambos padres), y que puede buscarse específicamente este gen en el embrión antes de hacer la transferencia, como para saber si se trata de un embrión sin la mutación, portador sano, o eventualmente enfermo.
Para ello, es necesario, antes de hacer el estudio al embrión, diseñar una especie de "sonda" que irá a buscar específicamente la mutación que queremos encontrar. Esto es importante, porque solo encontraremos aquello que buscamos. No es un estudio que descarte todo tipo de enfermedades genéticas. Irá a buscar específicamente aquella que tenemos diagnóstico en los padres, y para la cual se habrá diseñado la sonda específica que la encuentre.
Este estudio se llama PGT-M (preimplantation genetic testing for monogenetic disease).
En general, cuando se estudian los embriones para este tipo de estudio también se evalúa si presenta aneuploidias.
Existen algunas enfermedades que no se conoce específicamente el gen que las determina, pero se sabe si está asociada a determinado sexo (masculino o femenino), en ese caso, se puede elegir el sexo del embrión a transferir para evitar la enfermedad.
En el caso del PGT-M, el objetivo es evitar enfermedades que pueden comprometer muy seriamente la vida o la calidad de vida de quien la tiene. No existe la posibilidad de descartar todas las enfermedades, ni todo es de origen genético. Pero se conocen algunas mutaciones de algunas enfermedades como fibrosis quistica por ejemplo que repercuten muy seriamente en la vida y la calidad de vida de los individuos y que se pueden evitar.
Sin lugar a dudas, el límite a partir del cual una enfermedad es lo suficientemente grave o complicada como para evitar la transferencia embrionaria es difícil y da lugar a muchas discusiones en muchos ámbitos. Pero dado que al día de hoy, está disponible, las parejas que tienen riesgo tienen que saber que existe, y lo que implica el hacerlo y tomar la decisión libremente.
Al día de hoy, estos estudios no están cubiertos por el Fondo Nacional de Recursos, pero sí que los sugieren en casos de pacientes que presentan factores de riesgo.
Por lo cual, a la hora de planificar el tratamiento y hacer la solicitud de la Fecundacion in Vitro, en las parejas potencialmente candidatas para este tipo de estudios, nos piden haber consultado genetista, y una carta por parte de la pareja explicando que sabe que esto existe, se hará cargo de esta parte del tratamiento sabiendo que es de su cargo.
Cuando se realiza la biopsia embrionaria, el resultado demora unas semanas, por lo cual el embrión es congelado (vitrificación embrionaria), y luego de recibir el informe se define la transferencia o no del mismo.
El resultado que recibamos puede decir que el embrión es normal en cuanto al número de cromosomas (46 cromosomas, teniendo dos de cada par) o que es anormal (tiene cromosomas de más o de menos), puede ser no informativo (excepcionalmente puede suceder que no amplifique el ADN por ejemplo) en cuyo caso desconocemos cómo está el embrión, o puede ser un mosaico.
Estos últimos son todo un desafío hoy en día para la medicina reproductiva. Porque son embriones con dos o más líneas celulares, y no sabemos el macizo celular interno o futuro embrión, cual de ellas es la que tiene, o si también es mosaico, si potencialmente puede implantar o no y dar un embarazo evolutivo o no.
Cuando buscamos enfermedades monogénicas, se nos informará si los cromosomas están bien y el embrión es euploide (PGT-A), y si tiene o no el gen que determina la enfermedad que buscamos (PGT-M), y en caso de enfermedades recesivas, si es portador sano o si tiene la mutación dos veces, es decir que está enfermo.
Y tendremos las mismas salvedades en cuanto a las posibilidades de mosaicos o estudios no informativos.
Con lo cual cuando hacemos este tipo de estudios tenemos que saber que no todos los resultados se definen en blanco o negro. Son herramientas para ayudar en las decisiones.
Cuando transferimos un embrión euploide (con PGT-A) normal, las tasas de embarazo por embrión rondan el 50%. Son mucho mayores que cuando no tenemos este estudio, pero no asegura que la transferencia finalice en un embarazo seguro.
Al día de hoy, es cada vez más frecuente que se realice este tipo de estudio. En los casos de enfermedades muy graves y que repercuten en la calidad de vida, porque las parejas eligen prevenir y no arriesgarse a un embarazo en que el niño pueda tener este tipo de enfermedades.
Como cada vez más las mujeres buscan embarazo a edades más avanzadas, y los ovocitos presentan mayores tasas de alteraciones cromosómicas, también se ve con más frecuencia que las parejas soliciten este tipo de estudios, para acortar el tiempo hasta transferir el embrión euploide que pueda dar un embarazo viable.