Se considera pérdidas recurrentes de embarazo cuando una pareja pierde dos o mas embarazos, con diagnostico ecografico del mismo, en general de mas de 5 a 6 semanas de retraso menstural
Para una mujer o una pareja que desea el embarazo, la pérdida del mismo es una circunstancia muy triste y dolorosa, y si esto se produce en forma reiterada, se transforma en un proceso muy duro, y la incertidumbre de si podrán tener un hijo hace que el proceso sea muchas veces difícil. Por eso es importante, consultar a tiempo y tener una evaluación adecuada por un especialista.
Se conocen causas que pueden explicar las mismas en muchas ocasiones. Y muchísimas veces identificamos algunas potenciales causas pero no podemos asegurar el éxito a pesar de su tratamiento. Otras veces, para muchos estudios, en la mayoría de los casos, después de una larguísima lista de estudios, tenemos todos los resultados normales y debemos enfrentarnos a intentar nuevamente, sin saber cual es la razón de las pérdidas previas.
En todos los casos implica muchas dudas e incertidumbres, por lo cual el acompañamiento de los profesionales médicos, y psicólogos asi como otros especialistas es fundamental para dar el sostén adecuado a los pacientes al transitar este camino.
La mayoría de las veces que un embarazo se pierde en el primer trimestre y podemos identificar la causa, se debe a causas genéticas, mayoritariamente cromosómicas. Las células de las personas tienen normalmente 46 cromosomas. 23 vienen del óvulo y 23 del espermatozoide.
Cada uno tiene un cromosoma del par 1, uno del par 2, otro del 3 y así hasta 22 pares, y luego un cromosoma del par sexual (X o Y que determinarán el sexo).
Cuando la división del material genético que tiene que formar el óvulo, o el espermatozoides, tiene un error, o el mismo se produce en la unión de ambas gametas, la célula que formará el pre-embrión y luego el embrión puede tener un incremento o una pérdida en el número de cromosomas normales, lo que hace menos probable que dicho embrión implante, y de hacerlo, generar la pérdida de un embarazo.
Se estima que las anomalías cromosómicas se producen por razones desconocidas en aproximadamente 60% de las pérdidas precoces de embarazo, y a medida que la edad materna aumenta, es más frecuente aún
Otras veces, alguno de los padres tiene una alteración cromosómica, en el número de cromosomas o puede tener alteraciones en sus cromosomas, por pérdidas parciales, o pedacitos de otros adicionales, que se llaman translocaciones, inversiones, deleciones u otros nombres.
Es por esto, que uno de los estudios que se solicitan a ambos integrantes de la pareja es el cariotipo o estudio citogenético.
Y debe pedirse aún cuando uno o los dos integrantes de la pareja ya hayan tenido hijos vivos y sanos. Porque el hecho de tener esta alteración no implica que nunca puedan tener un hijo sano, sino que incrementa las chances de un error y por tanto las probabilidades de pérdida de embarazo.
Para confirmar que la causa de la pérdida se debe a esto, tendríamos que tener restos de tejido del embarazo para poder hacer el estudio cromosómico (cariotipo del feto); y de ser patológico nos confirma la causa.
Existen algunos trabajos que muestran que mayores alteraciones en el ADN de los espermatozoides puede explicar que el embrión pueda luego tener con mayor frecuencia alteraciones cromosómicas. Esto puede estudiarse en una muestra de semen, con un estudio especifico para ello.
Las alteraciones anatómicas del útero también pueden ser causa de pérdidas de embarazo. Existen malformaciones uterinas, así como tabiques, o tumores del músculo uterino (miomas) u otras alteraciones anatómicas que pueden estar involucradas. La ecografía transvaginal y a veces por vía abdominal permite en una etapa inicial evaluar esto, a veces necesitamos herramientas adicionales como la ecografia en 3 D (dimensiones); resonancia nuclear magnética, histeroscopia o laparoscopia u otras que pueden ayudar a evaluar mejor estos elementos.
Hay una serie de enfermedades maternas que pueden estar involucradas en las pérdidas de embarazo. Desde enfermedades crónicas, sobre todo cuando están descompensadas, asi como las trombofilias o enfermedades autoinmunes, endocrinológicas (tiroides, ovarios poliquisticos, alteraciones de los ciclos menstruales) u otras..
Es muy importante que cuando alguien tiene diagnostico de una patología crónica, es importante que esté controlada, que la medicación que se administra sea compatible con el embarazo, y que se encuentre estable y en buenas condiciones como para poder afrontar el embarazo, y a su vez, que el embarazo no las descompense.
Las trombofilias y el síndrome antifosfolipidico son probablemente de las causas que en nuestro medio, se invoca con mayor frecuencia ante las pérdidas de embarazo. Pueden ser genéticas o adquiridas. Lo que generan es una hipercoagulabilidad de la sangre.
Estadísticamente los trabajos científicos no muestran que sean de las causas más frecuentemente involucradas directamente, y también muestran que muchas personas tienen marcadores positivos en los estudios sin que ello se traduzca clínicamente; por esto es que no se recomienda estudiar a pacientes que no tienen antecedentes personales ni familiares que sugieran que tengan trombofilias o síndrome antifosfolipidico.Debido a que es una causa que tiene un tratamiento farmacológico concreto, y que cuando ésta es realmente la causa de la pérdida, el "problema" se soluciona, es una de las causas que con mas frecuencia se busca rápidamente, y que las pacientes suelen tener muy presentes.
Los tóxicos como alcohol, drogas y tabaco afectan también. La vida sedentaria, el exceso de peso, y la cafeína también están implicados.
Aunque no se identifique una causa concreta, sobre todo cuando los pacientes son jóvenes, antes o después consiguen tener hijos. Y este es un mensaje importante a tener en cuenta. Y aunque no se encuentre una causa especifica, los médicos y todo el equipo que asiste a los pacientes, deben acompañar a las parejas que tienen que enfrentarse a un nuevo embarazo, aunque no tengamos ningún medicamento ni tratamiento especifico que nos asegure que no va a volver a suceder. Es lo que en los trabajos de denomina "tender living care" y se ha demostrado que la vivencia del proceso para los pacientes es mucho mejor cuando lo tienen, y los ayuda y les da la fuerza para transitar este camino, por largo y difícil que sea, hasta que tengan su hijo.
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